6 de septiembre de 2009

Desinformación: cómo debe ser el buen periodismo de derechas

El pasado día 5 de Septiembre de 2009 se podía leer en Público el siguiente artículo:

Los Kirchner declaran la guerra a la prensa libre

Una nueva ley pretende amordazar a los medios de comunicación argentinos

MIGUEL WIÑASKI - Director de la escuela de periodismo de Clarín - 05/09/2009 23:00

Usted se imagina a José Luis Rodríguez Zapatero decidiendo qué partidos de la liga deberán televisarse y cuáles no, y reuniéndose largamente y cada semana con su gabinete para establecer los horarios en los que tendrían que jugar el Real Madrid y el Barça?

En la Argentina de los Kirchner, el Poder Ejecutivo en pleno ha hecho del fútbol una preocupación central, y una prioridad política gubernamental. El matrimonio de la presidenta Cristina y el ex presidente Néstor Kirchner maneja ahora a su antojo el cronograma del balompié. Se vanaglorian por ello y se jactan de sus nuevas ocupaciones deportivas en cada tribuna donde les toca hablar.

El Gobierno argentino ha estatalizado el fútbol. Con el dinero de todos los ciudadanos ha asumido la deuda inmensa de los clubes, a los que ahora financia, y confiscado los derechos de televisión de los encuentros, rompiendo todos los marcos que garantizan la seguridad jurídica.

De un día para otro, losKirchner rompieron el contrato de la Asociación del Fútbol Argentino con la empresa privada Televisión Satelital Codificada (TSC pertenece en un 50% al grupo de comunicación Clarín), que tenía los derechos de televisión. El Gobierno se comprometió a pagar a los clubes de fútbol 643 millones de pesos (unos 116 millones de euros) para aliviar sus pesares económicos y someterlos a su poder.

Cristina Kirchner aludió al inmenso drama de los desaparecidos durante la dictadura militar para comparar su "gesta" futbolística con aquella tragedia. "Te secuestran los goles. Como secuestraron a 30.000 argentinos", dijo. También intentó asociar los derechos de exclusividad de la empresa privada para retransmitir los partidos del fútbol de pago con el genocidio perpetrado por los militares argentinos. El repudio a sus palabras se hizo sonoro de forma inmediata. El premio Nobel de la Paz Adolfo Perez Esquivel, quien fuera desaparecido y heroico resistente al horror de los militares, definió simplemente su discurso como "una barbaridad".

Vender a precio de saldo

Todo se enmarca en el contexto de una vociferada y propagandística Nueva Ley de Medios Audiovisuales, un esquema legal que propicia la política de control oficial de los medios independientes, como un remedo de las estrategias de Hugo Chávez en Venezuela.

Según el proyecto oficial, las empresas de comunicación que tienen diarios, canales de televisión abierta y canales de TV por cable deberán partirse y fragmentarse perdiendo sus inversiones y vendiendo sus activos a precios de remate de fin de temporada, puesto que la nueva ley los obliga a vender en el plazo de un año. Es un galimatías que postula restricciones a granel.

Si la ley kirchnerista fuera universal, en los Estados Unidos la Time Warner, que tiene el principal sistema de cable de ese país, debería vender la CNN o HBO, entre otros canales. La cadena de TV abierta Fox tendría que entregarDirect TV; en Brasil, la TV abierta Globo debería desprenderse de su operador de TV por cable. En España, el grupo Prisa tendría que vender Sogecable. En Uruguay, los tres canales de TV abierta deberían vender los respectivos cables que cada uno de ellos posee. Lo mismo ocurriría en Chile, Colombia, México y en otros países.

En Argentina, los siete grupos de comunicación mas fuertes del mercado, perderían 276 de las 360 licencias que hoy tienen entre canales abiertos, estaciones de radio, canales de pago y las señales distribuidaspor cable de televisión de pago.

Los Kirchner parecen obsesionados en especial con el Grupo Clarín, el más importante del país. Descalifican a sus periodistas en las conferencias de prensa, pegan carteles con las fotos de sus directivos en Buenos Aires con epítetos agraviantes. Bandas de desconocidos irrumpen en oficinas del grupo corresponsalías en el interior del país, por ejemplo: rompen vidrieras y dejan mensajes agresivos escritos con aerosol en las paredes.

Mientras tanto, el Gobierno apura la sanción de la ley, que aprobará antes del 10 de diciembre. Ese día entrará en funciones el nuevo Parlamento en el que losKirchner ya no contarán con la mayoría de la que ahora gozan. Tras las elecciones que perdieron el 28 de junio, el mapa de las cámaras ha cambiado. El Gobierno había anticipado a esa fecha las elecciones programadas para octubre.

Una mordaza política

Anticiparon las elecciones pero no el recambio parlamentario. Durante estos meses la distribución entre legisladores oficialistas y opositores no representa al resultado de las elecciones de junio. Sin embargo, el poder político quiere sancionar la Ley de Servicios Audiovisuales antes de que la realidad electoral tenga representación parlamentaria real.

¿Cuál es el espíritu y la letra de esta ley? El Poder Ejecutivo concentrará todo el poder de decisión. Será la Presidencia de la Nación la que decida a quién se le otorgan licencias de radiodifusión y a quién se le quitan.

Los antecedentes del matrimonio Kirchner en esa materia hacen coincidir a toda la oposición. Lo que pretenden es controlar lo que se dice en los medios y lo que se silencia, coinciden al unísono todos los políticos no oficialistas. Lo que está en juego es la libertad de prensa en la Argentina. Que, de verdad, está amenazada.

Lo primero que llama la atención es que el tal Miguel Wiñaski, vinculado a Clarín sea el cerebro que haya perpetrado el artículo. Quizás debieramos agradecer a este mártir del periodismo que nos transmita a los españoles la amarga situación por la que atraviesan los medios de comunicación argentinos, no sólo amordazados, si no con sus directivos colgados desde las antenas y encadenados a las rotativas, por voluntad del tiránico matrimonio Kirchner

Que este artículo hubiera aparecido en El País no desentonaría para nada con la actual política de articulistas e informadores que elige el periódico de Prisa para dar cobertura a las noticias y a sus opiniones de América Latina (por ejemplo a sujetos cómo Vargas Llosa). Lo que mas chirría es que un periódico como Público, de cabida a estos escritos destinados a distorsionar la realidad de lo que ocurre en Argentina. Aunque si lo pensamos con detenimiento, dado que Público se distribuye en aquel país por Clarín, es fácil asociar la razón de la publicación del artículo, que se ve claramente que está orientado a los lectores españoles.

Ya en el cuerpo del artículo nos encontramos con deformación de que debido a la concesión de ayudas a los equipos de fútbol (información que habría que contrastar mejor) la Presidenta del país se pasará todo el día calculando cuando deberá jugar el Boca Juniors y el River Plate para que el partido no choque con sus intereses personales. Lo que de verdad molesta al autor es, como bién menciona, la rotura de la concesión de los derechos de retransmisión a la empresa privada TSC-Clarín. Para ponernos en un símil: si el gobierno español decidiera conceder una ayuda a los clubes de fútbol profesional, ¿no querríamos que, dado que se ha invertido un dinero público, los partidos fueran en abierto?. ¿Que dirían por otro lado GolTV y Canal+? ¿no veríamos en el País día si y día también opiniones al respecto de lo malvado que es el gobierno?... por desgracia eso no ocurrirá aquí, y eso que las administraciones públicas, sobre todo las autonómicas y locales, han pagado tanto dinero a los equipos de fútbol profesionales como para que nos correspondiera un carnet de socio al nacer.

En otro párrafo nos enteramos de la opinión de Adolfo Pérez Esquivel. Personalmente estoy de acuerdo con lo que dice, es una barbaridad comparar una dictadura con los derechos de retransmisión del fútbol. Es mas, me gustaría que el autor fuera un poco mas allá, y leyera alguno de los artículos que ha escrito Esquivel en relación a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y no se quedara en una frase, mas o menos sacada de contexto que ha visto que puede quedar bién (supongo que debe ser su reclamo para convencer a los sectores progresistas, ¡ah, si lo dice Perez Esquivel será que es verdad!).

El resto del artículo se podría resumir en: "Libertad de prensa = Clarín" sin olvidar el machacón "...y que malo es Hugo Chavez".

Teniendo en cuenta el poder del grupo Clarín, que abarca y monopoliza casi todos los medios privados del país, no es de extrañar que tanto le moleste a su presidenta (Ernestina Herrera de Noble, de la que es casi imposible obtener datos privados en la red, salvo las irregularidades en la adopción de sus dos hijos en tiempos de la dictadura militar) que salga adelante una ley que le obligue a fragmentar su imperio.