27 de diciembre de 2009

No hay peor ciego que el que no quiere ver: La Tierra vista por Elena Espinosa

A pesar del éxito de la cumbre de Copenhague en la que se consiguió mantener el status quo durante quien sabe cuantos años mas, la Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino le concedió a Público una entrevista en la que pone nombre y apellidos a los culpables del calentamiento global: "Hugo Chavez y Evo Morales bloquearon la Cumbre del Clima para defender su petróleo y su gas"



Vayamos por partes; en la entrevista se puede leer (entre mas desvaríos):


¿Quien es el culpable del fracaso de Copenhague?

Esto se inició por una tensión muy fuerte dentro del G-77. Creo que hay dos responsables, China e India, que no querían un acuerdo vinculante, por un lado, y Venezuela, Bolivia y Cuba, que planteaban el inmovilismo absoluto, por otro. Hay quien echa la culpa a Obama, pero yo discrepo. Su actitud sí fue constructiva para ayudar a la UE, que hasta el momento había estado desempeñando casi en solitario el papel de aglutinador.


Se está utilizando a China como chivo expiatorio, pero Obama llegó con las manos vacías a Copenhague. EEUU ofrece un 4% de reducción de sus emisiones, frente al 20% de la UE. Y EEUU pone sobre la mesa un tercio del dinero que ha ofrecido la UE.


Sí, pero también tenemos que ver de qué escenario partimos. EEUU no quiso estar en el Protocolo de Kioto y hasta hace poco había un negacionismo del cambio climático. ¿Por qué quizás una cierta tibieza? Por las dificultades que tiene Obama al no contar con el respaldo de su Parlamento. Ya sabemos cómo funciona EEUU. Antes de la llegada de Obama a la cumbre, había miembros republicanos del Senado haciendo un seguimiento de todas las negociaciones.


¿No decepcionó a la UE que llegara con las manos vacías?


No creo que sea momento de buscar más culpables ni de hacer más daño en la herida que ha quedado. Hay que pensar en el futuro. No es un acuerdo ambicioso ni vinculante y tenemos que conseguir que lo sea. Nos queda un año de trabajo, hasta la cumbre de México, en noviembre de 2010.


¿Falló España en las negociaciones? Los países que boicotearon el acuerdo fueron, precisamente, países con los que tenemos amistad, como Venezuela, Bolivia y Cuba.


Lo que se puso de manifiesto es la complejidad de las negociaciones en un foro de la ONU donde todo se tiene que aprobar por unanimidad. Es la perfección, desde luego, pero pensemos que si en un país democrático todo se tuviera que aprobar por unanimidad, se produciría una paralización al 100% del país.


¿Por qué cree que Hugo Chávez y Evo Morales torpedearon el acuerdo?


Quizá por una defensa de sus recursos naturales.


¿Se refiere al petróleo y al gas?


Efectivamente. Quizá pensaron que sus expectativas de crecimiento económico se verían mermadas con un acuerdo de reducción de emisiones. No coincido con esa visión, pero hay que respetarlos.


Nunca hablaron del petróleo y del gas, sino de que el cambio climático iba a hundir las islas.


No, pero simplemente tenemos que conocer un poquito los escenarios económicos de cada país para saber en qué estaba pensando cada uno de ellos. Esto tiene nombre y apellidos: petróleo y gas.


Hasta aquí cualquiera puede sacar las ideas que le rondan por la cabeza a la Ministra:
  • La culpa del fracaso de la cumbre es exclusivamente de China e India por un lado, por no aceptar acuerdos vinculantes y de Venezuela y Bolivia por otro, por plantear un “inmovilismo absoluto”.
  • Obama puso buenas caras y aunque vino a la fiesta sin pagar y sin regalo fue el que mas propuso. La UE no puede pedirle mas a nuestro negro favorito.


¿Por que Venezuela y Bolivia (y la pérfida Cuba) no firmaron el acuerdo? Quizás deberíamos remontarnos al problema de raíz, ¿cual es ese acuerdo?:


Desde Diagonal se puede leer:
Especialmente en los últimos días de la cumbre de Copenhague, EE UU reunió a un grupo reducido de países para sacar adelante un texto, plagado de términos vagos, que no especifica cifras de reducción de emisiones para los países industrializados, ni siquiera un objetivo global de reducción de las mismas. Sin embargo, una vez que alcanzaron la redacción conjunta del texto, lo presentaron como el Acuerdo de Copenhague, aunque no había sido llevado al Plenario para que se aprobara por el resto de países. En consecuencia, los países del ALBA –liderados por Bolivia–, Sudán y Tuvalu rechazaron el documento, ya que no incluye una cifra de reducción de emisiones para los países desarrollados.

El documento final habla de un “compromiso de los países desarrollados para proveer recursos nuevos y adicionales”, sobre todo en relación a evitar emisiones de la deforestación y degradación de bosques, algo que, según los grupos ecologistas, va a convertir los últimos ecosistemas naturales en espacios privatizados para el mercado de carbono y de inversiones. Según el texto, a partir de 2020 se pretenden movilizar 100.000 millones cada año para los países empobrecidos, provenientes de “una amplia variedad de fuentes: públicas y privadas, bilaterales y multilaterales, incluyendo fuentes alternativas de finanzas”. Para los ecologistas esta medida entraña una nueva especulación financiera en los mercados internacionales de comercio de carbono y la generación de nuevas deudas ilegítimas.


La sensación que ha dejado la cumbre entre estos grupos [ecologístas y de agricultores] es que EE UU se ha burlado del mundo, especialmente de los países más vulnerables, evadiendo su responsabilidad y diciendo –palabras más, palabras menos– que “todo el mundo tiene que asumir su parte”. Así, el Gobierno de Obama ha dinamitado el sistema de la ONU: en la COP-15 se ha instaurado el modo de negociación en grupos de países selectos, una estrategia habitual en la Organización Mundial de Comercio.


La posición de la UE ha sido calificada como “irresponsable e hipócrita”, dado su apoyo al llamado Acuerdo de Copenhague que, ni es legalmente obligatorio, ni resuelve la necesidad de financiación de las medidas para la supervivencia en los países más afectados por el calentamiento global.



Todos tenemos culpa


Si una idea es repetida (no directamente, si no de forma mucho mas sutil) a raíz de la cumbre es que frente al cambio climático todos somos responsables por igual. Si la UE pretende que países de américa central (que emiten un 3% del total de CO2) firmen una reducción igual que países como EEUU (con el 27%) y Europa (con el 24%) son mucho mas estúpidos de lo que algunos ya sospechábamos.


Dado que el carbono se elimina de la atmósfera por los océanos y por la vegetación, ¿que derecho tienen los países del primer mundo a seguir manteniendo alrededor del 86,5% de las emisiones totales de CO2, cuando la mayor parte de los sistemas sumidero, como las junglas tropicales, están en países del tercer mundo?


¿Es igual de responsable un chino (11% de emisiones totales, dividido entre 1.313 millones de habitantes), que un japonés (9% de emisiones totales entre 127 millones de habitantes) que un estadounidense (24% de las emisiones totales entre 306 millones de habitantes)?



A mi me ha quedado claro una cosa, que la Ministra Espinosa debería haberse escondido en un agujero antes que haber alardeado de la cumbre de Copenhague.

23 de diciembre de 2009

Médicos sin complejos, y sin cabeza...

Leído en el Blog Magonia, el 14 de este mes (Diciembre de 2009):

La Organización Médica Colegial reconoce el curanderismo homeopático como acto médico

Los médicos tienen que ser valientes y honestos con sus pacientes acerca de la ausencia de beneficios de la homeopatía", reclamaba The Lancet hace cuatro años, después de que la comparación de los resultados de 110 ensayos clínicos de preparados homeopáticos con otros 110 de medicamentos convencionales demostrara que los primeros curan sólo por el efecto placebo, la fe del paciente. La Organización Médica Colegial (OMC) española ha decidido ignorar el consejo de la prestigiosa revista y ha acordado en asamblea el reconocimiento de la homeopatía "como acto médico, que precisa de un diagnóstico previo, de una indicación terapéutica y ser realizada por personal cualificado y en centro sanitarios debidamente autorizados", noticia de la que me he enterado gracias a Aitor Guitarte.

A pesar de que no hay más pruebas de la efectividad de la homeopatía que de la de los pases de manos y el "cura, cura, sana, culito de rana", el gremio médico español apuesta por perpetuar el engaño y continuar disfrazando de práctica científica algo que no es más que hechicería. Los homeópatas sostienen, en contra de los principios de la química y la bioquímica que se enseñan en las facultades de Medicina, que un remedio es más potente cuanto más diluido está y que la máxima potencia se logra con remedios en los cuales no queda ni una molécula de principio activo. Según eso, sería más potente desde el punto de vista alcohólico un vaso de agua con una gota de vino que un vaso de vino con una gota de agua.

La homeopatía va contra toda lógica; pero eso no importa a entidades como la OMC, que no están para defender a los pacientes, sino a sus asociados. Como hay médicos que se ganan la vida, y muy bien, practicando una pseudociencia, el colectivo defiende que lo hagan y pide que se impida que ejerzan de homeópatas aquéllos no titulados en Medicina para evitar que hagan la competencia a sus colegiados que optan por el curanderismo. Evidentemente, un homeópata con formación médica no pedirá a un paciente que suspenda un tratamiento convencional efectivo: sólo en ese sentido, la homeopatía practicada por titulados en Medicina es más segura que la realizada por gente sin conocimientos médicos. Pero la cuestión de fondo es que la homeopatía no es efectiva independientemente de quién la ejerza y, por eso mismo, no debería nunca ser considerada un acto médico.

En perjuicio de los pacientes

Si los homeópatas están tan seguros de que sus productos curan, ¿por qué no piden que se sometan a las mismas pruebas que cualquier otro medicamento?, ¿por qué lo único que han de demostrar los preparados homeopáticos es que son inocuos? Hace unas semanas Paul Bennett, máximo responsable de la cadena británica de farmacias Boots admitió que su compañía vende remedios homeopáticos porque son populares, no porque sean efectivos para el tratamiento de alguna patología. "No tengo ninguna prueba de que estos productos funcionen. Se trata de la libre elección del consumidor, y un gran número de nuestros clientes creen que son eficaces", declaró ante el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes, que investiga los fundamentos científicos de la homeopatía.

"Lo que persigue la OMC con este reconocimiento de la homeopatía como acto médico no es más que proteger la salud de la población. Con ello se va a conseguir, además, impedir que esas actividades que se practican con ciudadanos las lleven a cabo personas sin la formación adecuada, puesto que muchas veces dicha formación es, incluso, nula", ha dicho Cosme Naveda, coordinador del Área Para las Relaciones Con las Terapias Médicas No Convencionales de la OMC. Esa lógica debería llevar a la OMC a reconocer como actos médicos todo tipo de curanderismos porque también en ellos está en juego la salud de ciudadanos. Pero, repito, no se confundan, no estamos ante una decisión tomada por los médicos en beneficio de la población, sino ante un acuerdo gremial cuyos únicos beneficiarios serán los homeópatas y los farmacéuticos, y cuyos perjudicados serán unos pacientes que seguirán pagando por un acto médico que no lo es y por un fármaco que tampoco.

Naveda me dijo en 2005 respecto a la homeopatía: "A pesar de la realidad social, de la popularidad de este tipo de prácticas, ¿qué pasa si no hay pruebas científicas de su efectividad? ¿Las proscribimos? Si no funcionan, no podremos defenderlas. De hecho, no están incluidas en la medicina pública porque no han demostrado ser efectivas". Nada ha cambiado en los últimos cuatro años, la homepatía sigue siendo una pseudomedicina, pero la OMC ha decidido defenderla.

3 de diciembre de 2009

Manifiesto: En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…


1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.