El pleno del Parlamento Europeo (PE) rechazó hoy pronunciarse sobre la Posición Común que rige las relaciones entre la UE y Cuba y la revisión de la misma que defiende la Presidencia de turno española de la Unión.
Los eurodiputados votaron en contra de una enmienda propuesta por el grupo de la Izquierda Unitaria Europea en la que se pedía a la cámara un mensaje de apoyo a los esfuerzos de España para normalizar las relaciones entre los Veintisiete y La Habana y se llamaba a la retirada de la Posición Común.
La Izquierda Unitaria pretendía añadir ese párrafo a la resolución común que habían pactado todas las demás fuerzas de la Eurocámara para condenar la muerte del opositor Orlando Zapata. Sin embargo, la enmienda fue rechazada por el resto de los grupos, con 452 votos en contra y 67 a favor.
Ramón Jáuregui, eurodiputado del PSOE, explicó que el voto negativo de los socialistas se corresponde con el pacto que habían alcanzado con los conservadores y otras fuerzas para sacar adelante un documento de consenso.
Jáuregui —cuyo grupo defiende junto al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero un nuevo marco de relaciones con Cuba— subrayó que la Posición Común no era el "objeto" de la resolución de hoy, que consideró un "gran logro" por el amplísimo apoyo que ha recabado en la Eurocámara. Además, el eurodiputado recordó que la enmienda de la Izquierda Unitaria abogaba por la "retirada absoluta de la Posición Común", cuando lo que defiende España es "un consenso entre todos los Estados miembros para (...) encontrar un nuevo marco de relaciones con Cuba".
Una iniciativa de Aznar
La Posición Común, aprobada en 1996 a iniciativa del Ejecutivo de José María Aznar, condiciona la normalización de las relaciones UE-Cuba a avances en materia de derechos humanos y cuenta con el respaldo total del Partido Popular Europeo (PPE).
Mientras, los socialistas y otros grupos de la izquierda abogan junto al Gobierno español por establecer un acuerdo bilateral con la isla para facilitar al diálogo, al considerar que la actual política no ha dado frutos.En el debate sobre Cuba celebrado ayer en Estrasburgo, la socialista española María Muñiz, entre otros, defendió esa postura y aseguró que la Posición Común es "un obstáculo que bloquea cualquier posibilidad de diálogo y promoción de la democracia y los derechos humanos" en la isla.
Mientras, José Ignacio Salafranca señaló en nombre del PP que la Posición Común "es una posición honorable porque pide la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos, y coherente, porque pide que se respeten los derechos y las libertades fundamentales, al objeto de anclar a Cuba a nuestro sistema de valores y no a otros sistemas extraños como los de China o Vietnam".
En resumen, que al PSOE no le apetece abrirse otro frente de conflicto con la derecha (europea y española). Y el tiempo va pasando, y estos empeñados en hacernos esperar...
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